Mi intercambio rotario en Finlandia fue una gran experiencia, gratificante y liberadora. Viví experiencias únicas, que solo un intercambista puede experimentar, por la cantidad de amigos que haces tanto del país como del extranjero. La cultura finlandesa es muy distinta a México y eso es lo que te enamora y te abre la mente para conocer a otros países, su comida, su gente, sus paisajes, sus costumbres. En Finlandia aprendí a ir al sauna y luego meterme a un rio casi congelado, a andar en un trineo jalado por huskies o por renos, a esquiar en la nieve. Si tienes oportunidad, vete de intercambio y al regresar dirás lo que decimos quienes hemos vivido la experiencia: “ un año de intercambio no es un año en la vida, es una vida en un año”